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El segundo lunes de enero, el día 13 y en la biblioteca de la Fundación CB nos reunimos los tertulianos/as, esta vez para dialogar sobre un trabajo de Nía Estévez. Un libro de poemas inédito llamado Descalzos.

Los tertulianos antes de empezar el dialogo con Nía tuvimos la media hora de Cajón de Sastre tradicional. En esta se dio parte de las ausencias de tertulianos que, previamente avisaron. Se comprende que las razones personales o familiares hacen imposible la asistencia. Se echa de menos a quienes no están porque su aporte es siempre extraordinario. Esta vez faltaron doce personas.

Después, se avisó de las presentaciones que se sucedían a lo largo de la semana: El día 15 la presentación de La casa de Emilia González Vadillo, a las 19,30 en el Ateneo Pacense; el día 17 dos presentaciones la del libro La piel del Cordero de Nía Estévez, en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés ( 19,00) y la otra presentación, el mismo día, es la que dirige Antonio Castro de El practicante una novela de Emilio Vázquez, en la RUCAB a las 19,30h.

Se avisó que los tertulianos que participan en el recital de Ámbito Cultural el día 14,celebrando el día de los ENAMORADOS no tienen más que cinco minutos para su intervención. No necesariamente tiene que ser escritos propios, que se i lo son mejor. El evento tendrá las cuñas de escenas de películas recogidas por Alejandro Huyro.

Se mostró los dos últimos números de la revista Quimera subrayando los artículos de fondo que en cada número se trataba: Unos artículos sobre LA OTRA SENTIMENTALIDAD ( 487/488) y La NEOMISTICA en la poesía del siglo XXI.[ Cartografía imposible de la neomística hispánica]

Después de este CS comenzó el dialogo con Nía Estévez. Fue una hora y media extraordinaria. Para hacer patente este encuentro, la propia Nía ha enviado sus impresiones:

«En primer lugar, agradezco profundamente que los tertulianos hayan encontrado el tiempo para leer y analizar Descalzos. Como dije en la reunión, gestiono mejor  una crítica que me permita aprender, que un halago, que aunque se agradece, por supuesto, no hace más que alimentar el ego.

Disfruté muchísimo de todos los comentarios positivos (de alguna manera adormecen un poco ese síndrome del impostor), anoté lo que creí que tenía un sentido para mí y trataré de aplicarlo de la mejor forma posible al texto. Ya volveré a vosotros para saber si surtió efecto.

Poder sentir el calor de compañeros es un privilegio de pocos tienen y sentirme arropada por vosotros me ha dejado un sabor dulce que ha anidado en mí. Solo espero poder entregar al siguiente compañero un poquito de lo mismo que he recibido y estar a la altura de vuestras circunstancias en la tertulia, que son ahora, también, las mías.

Ha sido una experiencia maravillosa.

Gracias a todos.

Nia (sin tilde) Estévez

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